Nuestro tercer proyecto de escultura trata de trabajar un material nuevo: la madera. Para ello, nos adentraremos en la relación de la Escultura con la Arquitectura, relación que se remonta a los principios de la Arquitectura como una de las artes, junto con el Dibujo, la Pintura, la Orfebrería, etc., y las últimas esculturas como objetos arquitectónicos. Tanto la Escultura como la Arquitectura toman como objeto el espacio y se desarrollan en él. La propuesta académica para este proyecto fue la siguiente:
Índice:
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Referencias y objetivos
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Proceso creativo
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Bocetos
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Construcción
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Obra finalizada
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REFERENCIAS Y OBJETIVOS
Referencia académica:
“Tomando como referente la arquitectura , en general, y soluciones arquitectónicas y de espacio en particular y que además tenga una relación directa, personal y afectiva con el sujeto, que se sienta identificado en alguno de los aspectos expresivos de su yo más íntimo:
Desarrollar una propuesta escultórica que agrupan los temas y prácticas relacionadas con la arquitectura.
- El espacio vivencial.
- La arquitectura como memoria, huella o residuo.
- La interrelación entre forma y función.
- Las metáforas arquitectónicas.
- la torre como símbolo de la polisemia arquitectónica.
- El hábitat natural (la cueva, la cabaña, el nido, etc.).
- El laberinto.
- Los arquetipos perdidos de la historia.
Estudio de las relaciones formales y espaciales existentes entre la escultura y la arquitectura partiendo de los siguientes referentes:
- Elementos arquitectónicos: MURO – RINCÓN – ESCALERA – PLANO – PARED – RAMPA – VENTANA – PUERTA – ESQUINA …
- Metáforas arquitectónicas: TORRE – LABERINTO – CABAÑA – CUEVA – RUINAS (referentes de la memoria – arqueología industrial) – UTOPÍAS – NIDO …“
En un principio quería labrar una cornisa. Los capiteles, los frisos, quería esculpir escultura decorativa. Pensé usar este método para adentrarme en la talla de madera.
Sin embargo, el esplendor de la mayoría de los capiteles y los frisos, de donde nacen las cornisas, toman como temática elementos naturales (hojas de acanto, flores, palmeras…) y humanos (mitología con fines didácticos, temas heróicos y propagandísticos, etc.) .
En este caso, el estilo debía ser minimalista, tomando el material y el elemento por sí mismos, abstrayendo la superficie hasta su mínima expresión para mezclarse con la arquitectura y ofrecer su significado.
Primeramente quise inspirarme en los diferentes tipos de cornisa minimalista y en cómo se relacionan con el ángulo de 90º que forman el techo y la pared, que es donde normalmente encontramos las cornisas. En una cornisa encontramos una repetición “infinita” de un patrón bidimensional que se repite a sí mismo hasta ser tridimensional, creando un volumen extendible hasta el infinito.
Para comenzar a esbozar la idea, busqué simplemente cornisas de hogares civiles /normales.
En un principio me dediqué a estudiar la estructura de una cornisa con piezas y Adobe Illustrator:
Este sería el elemento arquitectónico: la cornisa.
Otros elementos y proyectos fallidos pueden verse en el siguiente punto: desechados.
DESECHADOS
Las ideas iniciales se fueron amontonando: desde la construcción de monolitos kubrickianos y su emplazamiento en lugares estratégicos del campus hasta la asociación de cuerdas con trayectos de vida y piezas metálicas y maderas que se mueven sobre ellas y acaban todas en el mismo punto final.
Poco a poco, con la ayuda del profesor y su entendimiento de las formas minimalistas, se fue quitando material innecesario para expresar la idea: elemento que se sale de su posición.
Crearía una cornisa que intentara escapar de la pared.
OBJETIVO Y PATRONAJE
El material elegido será la madera. Nunca había trabajado con ella y quería sentir cómo se comporta, su dureza, su forma de romperse, y probar varias técnicas en ella: cortado, lijado, tallado, etc.
Comenzamos haciendo una pequeña maqueta de poliestireno expandido. Será una L, inspirada en la simplificación extrema del ideograma japonés de energía, 気 (ki).
El friso comienza entre la pared y el techo, pero poco a poco se separa del techo, baja y se va separando cada vez más de la pared también, acabando suspendido en el aire. La energía de despegarse de su función es la que va a poseer la madera y la que quiero dar a este objeto arquitectónico que debería ser totalmente estático.
Una vez que tenemos la maqueta, probamos a hacerla con madera.
Sin embargo, el tiempo era limitado, así que pasamos a los patrones sólo con las medidas y la forma. Comenzamos calculando el tamaño total dados los materiales de los que disponemos (y del presupuesto, en total 20 euros en madera y 5 euros en sierras y lijas).
CONSTRUCCIÓN Y TALLA
Usamos el papel de patronaje para el diseño y sobre la propia madera vamos colocando las instrucciones y las direcciones de la talla. Queremos que la madera se separe de la pared de forma natural pero también que le cueste, queremos que se aprecie la lucha de la madera por despegarse. Como es natural, el rompimiento va a ser forzado y el corte no va a ser limpio, este aspecto se verá durante el proceso de talla.
Una vez cortados los elementos principales, que darían la curva que se aleja irregularmente de la esquina (o de la pared perpendicular) necesitamos cortarlos (con sierra) para que se alejen de la pared sobre la que descansa la parte superior de la cornisa. Este es el proceso más complicado y debe ir tallándose de forma que parezca natural y naïve, tosca, como si fuera la propia naturaleza de la madera.
La talla fue el proceso más reconfortante, porque por fin pude apreciar la dureza y la forma de comportarse los nudos de la madera, la dirección del crecimiento y su colaboración en crear un objeto orgánico.
La madera es cálida, pero también tiene su propia forma de colaborar en la escultura: se hace suave cuando respetas su crecimiento y se hace tosca y fuerte cuando le impones tu fuerza. En este caso fue su propia fuerza la que quería transmitir dejándola romperse a gusto y tirando directamente de ella con las manos sin usar ninguna otra herramienta, para que se modelara a su gusto.
RESULTADO FINAL Y CONCLUSIONES
Lejos de crear una obra arquitectónica a partir de una escultura, como podrían hacer Tatlin o Chillida, esta pequeña obra es justo lo contrario. El elemento escultórico que se niega a ser solamente eso, se descontextualiza y se coloca suelto para que escoja su propia forma, rechazando su fin primero, la delimitación, y aprovechando esa propiedad con la que lo relacionamos para marcarnos otros vértices.
Esta es mi primera intervención en la madera, he querido aprender de ella y que ella también fuera la protagonista negándose a ser un mero elemento de construcción para los humanos.
el aprendizaje de la escultura 