Para trasladar el modelo al bloque del que queremos extraer nuestra figura, hay diferentes métodos para plasmar las seis perspectivas (o al menos las necesarias, siempre la planta y el perfil al menos).
Para explicar este proyecto usaré tanto imágenes del proyecto principal (la rodilla) como imágenes de un proyecto secundario que me ha ido sirviendo para controlar el proceso parte por parte, y no de la forma desenfrenada como lo comencé. Así pues, hay varias maneras de proyección sobre el bloque:
1. Dibujar directamente sobre el bloque. Esto requiere un dibujo constante de lo que se quiere conseguir. Uno no debe salirse del dibujo. De forma natural, al ir finalizando volúmenes previamente dibujados, cada vez el dibujo será menor hasta que se pierda completamente.
2. Recortar / pegar una fotografía o una calca usando, por ejemplo papel de calca o papel cebolla. Se pega y se va recortando hasta que se unen las líneas.
3. Esta tercera técnica está a un nivel profesional, permite realizar tallas de cualquier tamaño y requiere de una máquina fresadora, que esculpe los bloques de poliestireno. Para ello el artista puede realizar el molde a menor escala con arcilla o directamente en el ordenador. Diseñar en el ordenador tiene, entre otras, la ventaja de que se puede calcular con exactitud el peso de las figuras, sus centros de gravedad y la distribución de los pesos y volúmenes. El brazo robótico es capaz de realizar un tallado de alta precisión, directamente en una pieza, y ofrecer un buen acabado. Además permite hacer tantas copias idénticas como se necesite de cada pieza. Una vez diseñada la pieza en 3D se puede usar una impresora 3D doméstica para construir la maqueta o algunos elementos pequeños. También se pueden imprimir vistas de la escultura para presentar los bocetos o incluso con una animación 3D. Veamos un vídeo promocional de una de las marcas de escáner 3D.
Una vez tenemos una idea clara, hay que cortar. Tradicionalmente, tenemos segueta y sierra:
Los primeros cortes van a requerir una sustracción importante de volumen, así que, para ahorrar tiempo y conseguir un corte limpio, usaremos primero una termocortadora:
Hay termocortadoras de menor tamaño. Ofrecen un acabado limpio y perfecto si las aplicamos con precisión. Para probarlas hicimos un pequeño diseño de volutas en una lámina de porexpan. Necesitamos más práctica, pero me hubiera gustado fabricarme una en casa para obtener esa suavidad que sólo lijando suave y lentamente durante mucho tiempo podría llegar a conseguir. El inconveniente de este tipo de corte es la toxicidad que el poliestireno emite al quemarse. Para saber más sobre los riesgos que pueden suponer para la salud, este documento de la Asociación Argentina del Poliestireno expandido.
A continuación pasamos a sustraer las partes que sobran para acercarnos más y más al dibujo.
Entre las herramientas que se recomiendan tenemos:
- raspines
- escofinas
- rascadores
- cepillos metálicos
- hojas de bisturí
- lijas y papel de lija, de varias durezas
Comenzamos usando los de mayor erosión sucesivamente hasta los que requieren mayor precisión y pequeños detalles. Siempre mirando el molde y no alejándonos del dibujo. En mi caso, por razones de equilibrio volumínico, fue necesario añadir un suplemento donde se insinuaran los glúteos y el material crudo desde el cual salía la rodilla formándose. Para ensamblar estas piezas adicionales se usó un adhesivo especial para poliestireno expandido.
Una vez que lijamos lo suficiente, con paciencia y ternura (y ternura), la primera fase queda terminada:
En este momento se me plantearon dos problemas: el primero, que la suavidad de la lija y las formas redondeadas impedían contrastes más fuertes, que era una de las cosas que iba a darle fuerza a la figura.
El segundo problema era que el porexpan crudo, arrancado con los dedos y profundizado como hierba que explota con bisturí, no era suficiente para dar ninguna textura de un material existente en la naturaleza, excepto el grafito.
Al plantear el primer problema a nuestro profesor, le sugerí la angulación de las formas redondeadas, crear más vértices aunque se saliera de la forma humana de la rodilla. Pero el escultor propuso una técnica mucho mejor: el control de la luz. Al igual que en el mármol, la luz resbala y brilla en las zonas lijadas y suavizadas, pero se corta y se oscurece en las zonas sin pulir. Veamos por ejemplo este fuerte contraste en la roca vs. la piel en El Beso de Rodin o mucho antes en las obras del gran pionero Bernini.
De este modo tratamos las zonas donde quiero que haya oscuridad para realzar la luz y la fuerza de otras zonas, y también para contornear los espacios cóncavos, con un instrumento que vuelva a endurecer la superficie, de la siguiente manera:
El segundo problema apareció al realizar un estuco de aquaplast y su posterior pintura en negro. Se podían ver perfectamente los granos del poliestireno expandido, así que decidí crear unas formas que asemejaran más a una piedra natural tallada o lascada.
el aprendizaje de la escultura 